Si tiene síntomas que podrían sugerir la posibilidad de cáncer de columna, su médico puede recomendar pruebas de diagnóstico como:
- Tomografía computarizada (TC): las tomografías computarizadas combinan una serie de imágenes de rayos X para visualizar los huesos de la columna y detectar anomalías.
- Imágenes por resonancia magnética (IRM): utilizando campos magnéticos fuertes y ondas de radio, las IRM producen imágenes tridimensionales (3D) detalladas de la médula espinal.
- Tomografía por emisión de positrones (PET): antes de este procedimiento, los médicos inyectan una pequeña cantidad de azúcar radiactiva en el torrente sanguíneo. Este azúcar se acumula en los tumores y los resalta en las imágenes.
- Biopsia: Guiado por una prueba de imágenes, un médico inserta una aguja fina en el tumor de la columna o en el líquido circundante para obtener una muestra que se puede analizar en busca de células cancerosas.